El veganismo, no es
sólo un tema de alimentación –sino una actitud de respeto hacia todos los
animales en el día a día- pero la mayoría de peros y dudas se centran en este
tema. Así, existe el mito de que la alimentación sin ingredientes de origen
animal es pobre y sinsorga, y que los veganos somos unos “flacuchos
desnutridos”. Pero nada más lejos de la realidad. La cocina vegana es todo lo
que uno quiera que sea –dependerá del interés, tiempo, ganas y “saber hacer” de
quien cocina, por supuesto- ya que potencialmente es increíblemente variada,
sabrosa, saludable, colorida, saciante, creativa y divertida. Así, podemos
degustar infinidad de platos sabrosos y sencillos del día a día pero también
delicatesen y postres para celebraciones o días
especiales.
A nivel nutricional la
alimentación vegana puede adaptarse a todo tipo de estilos de vida -desde
embarazadas, deportistas o gente con trabajos físicos duros, a sedentarios y
estudiantes-, y edades - niños, adultos o ancianos.
La cocina vegana es muy
versátil, ya que admite adaptaciones de platos tradicionales locales, a los que
uno/a podía estar acostumbrado, que son fácilmente “versionables” haciendo
algunos cambios de ingredientes. Así, por ejemplo, podemos hacer una estupenda
tortilla de patatas vegana cambiando el huevo por una tempura de harina y agua,
o unas deliciosas hamburguesas vegetales con múltiples ingredientes de base, o
una suculenta y vistosa tarta (sin huevos, mantequilla, ni leche), como puede
verse en: http://www.defensanimal.org/recetas/
Así, no hay excusas del
paladar para dar el pequeño pero importante paso hacia un estilo de vida
respetuoso con nuestros compañeros de planeta.